Oxford & Woking

Hola, hoy les venía a hablar de mi visita a Oxford pero durante el fin de semana se añadió otra más, Woking, la ciudad de mi novio. 

Bueno, empezando por el principio (cómo no), Oxford era la siguiente ciudad a recorrernos entre todas las chicas au pairs que fuimos a Brighton, y entre unas que no se decidían a comprar el ticket, otras que tenían babysitting ese día pero que luego se fueron a Londres, decidí comprar yo sola los tickets del tren. Me resultó mucho más barato al comprarlos por The Train Online  (¡recomendadísimo!) y seleccionar la horas a las que quería ir. No me supuso un plan arriesgado porque sé que contaba con mi novio también, al final se vino una chica au pair conmigo y dos amigos más de mi novio. Bueno, después de esta pequeña introducción les doy paso al día por Oxford.

Comenzamos el día desayunando en un banco en una de las calles laterales del centro y donde se encontraba el Museo de Historia Natural y uno de los típicos college (para quien se encuentre muy perdido con lo que hay que visitar en Oxford, los colleges son los diversos colegios que pertenecen a la Universidad y que se encuentran por la ciudad, son muy antiguos y muy prestigiosos ya que para entrar se rigen por los méritos académicos). Luego de visitar el Museo, pagamos la entrada al Balliol College (2 pounds) y visitamos durante un rato las instalaciones, lo que más me sorprendió fue el comedor con las mesas larguísimas y su decoración, sin ir más lejos era muy parecido al que sale en la peli de Harry Potter, no visitamos el famoso college donde se rodó la película por dos razones: Ni sabía donde estaba, ni iba a pagar la carísima entrada.

Luego nos fuimos para el centro donde hay millones de tiendas y el doble de turistas, es lo normal si vas a ciudades muy turísticas un sábado. Los edificios eran muy antiguos e históricos, en general el centro era muy bonito aunque para serles sinceros esperaba algo más de la ciudad, no sabría explicarme muy bien pero me faltó por ver algo más que llamara mi atención. Seguimos caminando sin rumbo hasta que decidimos ir en busca del Puente de los Suspiros, encontrándonos por el camino un mercado muy navideño y la Biblioteca Radcliffe Camera. Típicas fotos y decidimos ir a comer cuando empezó a caer el diluvio universal, el McDonalds estaba cerca, no es mucho de mi agrado, pero reconozco que no había pasado tanto tiempo en un McDonalds, no comiendo sino hablando jajaja. El tiempo pasaba, ya era de noche y nos fuimos a un pub a terminar el día. 

El camino a casa se me hizo interminable, tenía que ir en tren primero, luego cambiar al metro y luego otro tren y caminar unos 20 minutos hasta llegar a casa, vamos que llegué a mi casa a las 11,30 pero en el pequeño camino que coincidí con mi novio en tren surgió la inesperada visita del día siguiente a Woking, sabía que para aprovechar el día tenía que levantarme muy temprano, mi pensamiento en ese momento fue: los domingos son para descansar pero si no hago estas cosas ahora que puedo, ¿cuando tendré la oportunidad de hacerlas otra vez? Así que el domingo por la mañana me levanté a las 07,30 porque quería llegar temprano a Woking, claro con lo que no contaba era que la línea del metro que me conecta con la estación de Waterloo estaba cerrada y tuve que cambiar de metro ¡tres veces! Luego en el tren a Woking, que normalmente se llega en 30 minutos, me di cuenta que estaba tardando más de lo normal y que estaba haciendo otras paradas que no eran las de siempre, no, no me había equivocado de tren, sino que habían obras en las vías y llegué una hora después, para morirme del asco vamos. 

Aprovechamos el día y nos fuimos de compras, y nos quedamos en la casa de mi novio hasta que se hizo la hora de volver a casa (cara triste).

Así pues, creo que hoy tienen bastante que leer e intentaré subirles esta semana las curiosidades con las que me he encontrado desde que estoy en Inglaterra.